¿Qué es un
Mandala?
Un Mandala es un puente que
une el plano conciente con el inconciente. Es el instrumento por el
cual podemos identificar emociones o sensaciones que son difíciles
de detectar concientemente, ya que operan a nivel inconciente. Y muy
pocas personas tiene la suerte de conocerse tanto a sí mismas como
para saber qué sienten o qué les pasa en cada momento. Muchos de
nosotros apenas reconocemos las emociones más obvias, como la
alegría, el placer, la tristeza, el miedo y el enojo. Pero el mundo
emocional es mucho más amplio, y pintar un Mandala nos
conecta con esa emoción no reconocida, que surge y se expresa a
medida que elegimos los colores y las formas.
El Mandala en sí mismo es un
mensaje visual y emocional, es como trazar rutas, caminos de
autoconocimiento.
Rara vez un Mandala puede
resumirse en una sola palabra, aunque ése sea el inicio, una
palabra. Esa palabra nos conecta con otra y esa con otra más y en
este proceso creativo que une la palabra, el color, la forma y la
emoción logramos aclarar y aquietar la mente. Un Mandala
representa un momento de nuestra vida, cómo estamos anímicamente en
ese momento y nos ayuda a centrarnos en nosotros mismos y a
reordenar el caos mental que pudiéramos estar atravesando.
Nos ayuda a integrar el pensamiento y la
emoción, nos otorga equilibrio, armonía y entendimiento ya que nos
transporta a estados más elevados de conciencia y por lo tanto nos
acerca a planos más sutiles donde actúa la energía curativa,
facilitando cambios energéticos que se manifiestan en el cuerpo y en
el alma.
Evolucionar con los Mandalas
es un proceso que nos sana por dentro y por fuera, nos unifica como
personas, muchas veces nos completa, podemos llenar vacíos en
nuestra vida y nos acerca al entendimiento del porqué de las cosas.
Otras veces nos ayuda a cambiar y mejorar y otras tantas nos ayuda a
sobrellevar aquellas que no podemos cambiar.
Un Mandala es un mundo, el
tuyo, el mío, el de cada uno.
Vale la pena descubrirlo y conocerlo.
Patricia García |